CUARESMA

Hemos entrado en la Cuaresma. Macario dice que no debe notarse en nuestro semblante, que estemos alegres en la esperanza, que se hace certeza, de la resurrección.
Nosotros, Bruno y yo, lo notamos en la comida, pues ahora no hay restos de la carne que tanto nos gusta.

Rufo

Hoy toca cortar el pelo a Bruno. No es que le haga mucha gracia, pero es conveniente por el calor que aquí es agobiante. Yo, Rufo, me salvo por tener el pelo corto...

visita

¡MENUDO SUSTO! Macario es el primero que ve en su vida...

amarillo

Hoy Macario está alegre. Estos días se le veía preocupado por un periquito que echaron del nido demasiado pronto y los otros no aceptaban, de forma que parecía condenado a no sobrevivir. Macario con verdadera paciencia benedictina, lo ha ido alimentando con papilla de mijo y una jeringuilla, de forma que esta tarde ya ha empezado a comer por sí sólo.
Parecerá una tontería, pero él está contento y nosotros, Bruno y yo, también.
RUFO.

OTOÑO

Ha comenzado el otoño y los días empiezan a ser más cortos. Macario nos da la cena sobre las seis y después empezamos a adormilarnos en el estudio junto al ordenador mientras él escribe.
Este tiempo es muy bueno,  poca  gente  se acerca a la ermita y no nos molestan demasiado. Sólo un vecino que trae comida a los gatos y  saluda con un gesto desde lejos.
Bruno ya está dormido a los pies de Macario y ronca como una locomotora.
Es un lujo esta paz pese a los ronquidos.
RUFO

Galán de Noche

Ayer tuve una gran alegría. Una de las plantas se heló este invierno y lo sentí mucho por tratarse de un regalo.Pero,cuando me puse a sacar su tronco seco, me dí cuenta que muy profundamente estaba rebrotando y que no se había perdido como yo creí en un principio. Algo parecido nos ocurre a nosotros, cuando pensamos que algo de valor se ha secado o perdido, nos damos cuenta que sólo tenemos que remover y abonar un poco la tierra para que vuelva a florecer ¡Es tan valiosa la vida! El amigo de Rufo.

Tormenta

Hoy el tiempo amenaza tormenta. Se oyen los truenos en la lejanía y no hace tanto calor como estos días pasados.Me extrañaba ver esta mañana como los pájaros estaban en silencio y no alborotaban como de costumbre, y es que viviendo en el campo uno está más en contacto con la naturaleza y se hace más observador. Un vecino,Roco,a venido a saludarme. Es un buen hombre que ha enviudado recientemente.Ha estado unos días enfermo y hoy, ya casi repuesto, ha salido a estirar las piernas.Es del sur de Italia y me ha contado como allí abunda la Fe Ortodoxa Griega.¡Dios lo Bendiga por aliviar mi soledad! macarie.