Esperamos mañana la visita de un matrimonio rumano de la parroquia. Hace meses que piden venir, y el domingo Macarie decidió invitarles por fin. Haremos una barbacoa y Bruno y yo tendremos una comida especial, fuera de la monotonía del pienso que nos da Macarie habitualmente.
Es difícil encontrar el equilibrio entre la soledad elegida y la hospitalidad monástica"pero deben primar las personas" nos dice Macarie.
Que sea bendito lo Encuentro!
ResponderEliminarAbuna
Desde Brasil
Ojalá que los humanos compartan su alimento contigo, Rulfo.
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