lunes, 30 de agosto de 2010

¡Volar!


A un vecino de la ermita se le escapó un periquito y no ha podido recuperarlo.Siempre iba en su hombro hasta que decidió irse y no supo volver. Macario le ha ofrecido uno de la última puesta, que ya tienen plumas y pronto comerán solos.Esperará una semana o dos para llevarselo. No será lo mismo, dice Macario, pues un animalito no reemplaza nunca a otro, cada uno tiene su forma de ser y se le quiere de manera distinta, pero mejor eso que nada.
Ahora comprendo como pese a estar yo en casa, cada día va Macario detrás de la ermita para visitar a su anterior perro, Lola, que está enterrada allí.Y es que es un sentimental.
Rufo.

5 comentarios:

  1. Rufo,
    Saludos desde Brasil!
    Macário esta muy cierto. Los animales como tu, son un regalo de Dios para nosotros.
    Abuna Maia.

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  2. Sí ,hieromonje Macario, no se puede reemplazar un amigo con otro.Los animales para mí son compañeros de vida, aquellos que están en buenos y malos momentos, que nos acompañan en el silencio o escuchando a Mozart. Son ejemplo de vida y de amor incondicional.

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  3. Rufo ladea su cabezota cuando escucha a la Callas en Turandot. Creo que tiene buen oído musical.

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  4. También le gusta la voz de Monserrat Cavallé?

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  5. Pienso que sí, pero se lo preguntaré. Carreras sí le gusta.

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