jueves, 17 de marzo de 2011

ESCAPE


Ayer fué un día complicado. Macario, al levantarse vió que la tubería de la cocina había reventado e inundado parte de la ermita. El susto fué morrocotudo, aunque para nosotros, Bruno y yo, divertido.
Hubo que llamar a Gerardo, el fontanero, y éste se desplazó desde Alicante, pese a tener a su esposa convaleciente de una reciente intervención quirúrgica. Macario se mostró muy agradecido, y todo volvió a la normalidad.

Yo le digo a Macario que estos pequeños contratiempos no son nada, aunque los magnifique la soledad, comparados con los problemas de verdad y sirven para darnos cuenta de que no deben contrariarnos hasta el punto de hacernos perder la paz.

Todo salió bien: Gerardo pudo mostrarse caritativo con nosotros, Macario paciente y nosotros nos divertimos chapoteando en el agua.¡Loado sea Dios!

Rufo

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