viernes, 29 de abril de 2011

espiga


Bruno ha pasado muy mala noche y no nos ha dejado dormir a Macario y a mí. Macario le puso unas gotas pues parecía que se trataba de una otitis, pero esta mañana se decidió a llevarlo al veterinario sin esperar más. Fué una buena decisión, pues de lo que se trataba era de un objeto extraño (una espiga) que se había introducido en el conducto auditivo.
Han tenido que sedarlo para poder extraérsela y esta tarde Macario ha ido a recogerlo ya restablecido. ¡Gracias a Dios!
Yo me he asustado al ver esta mañana volver a Macario solo y he estado esperando a mi compañero en la puerta de la ermita hasta su vuelta.
Si él me falta ¿A quién voy a molestar y sacar de quicio? Además de a Macario,claro.
Rufo

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