Ayer ocurrió algo muy doloroso. Rufo estaba como de costumbre junto a mí mientras trabajo en el estudio, y como siempre los gorriones entraban para picotear el suelo... pero en un momento, Rufo cazó a uno de ellos hiriéndolo gravemente.
He intentado salvarlo pero ha muerto esta mañana.
No puedo reñir a Rufo pues él ha seguido su instinto, pero es doloroso.
He reflexionado y pienso que soy cobarde a la hora de enfrentarme con la muerte, aunque, como en este caso, se trate de un pajarillo, y habré de madurar más y aprender a aceptarla como un hecho tan natural como la vida.
Embora devamos tê-la sempre em mente e à nossa frente a "Irmã Morte" com diz San Francisco ainda nos assusta. Ao menos que ela não nos encontre em pecado ao chamarmo-nos a ela.
ResponderEliminarSaludos desde Brasil
Siento lo mismo con respecto a la muerte, Hieromonje. En una oportunidad, mi perrita Zoritchka, mató a un pájaro la castigué... Luego le pedí perdón ya que , como Ud. dice, siguió su instinto. He sufrido el dolor por la muerte de mi padre Dimitri con sus 62 años,sacerdotes amigos fallecidos cuando estaban en la plenitud espiritual, de alumnos que murieron muy jóvenes y de mascotas que me enseñaron tanto y me acompañaron en momentos difíciles. Suelo visitar los cementerios de los monasterios porque es una manera de agradecerles lo mucho que han hecho por lo que Jesús les encomendó y pido a Dios que proteja a los monjes que aún viven, También mi preocupación es mi madre de 80 años...La muerte es un misterio difícil de comprender y cuesta años o quizás no exista la manera de soportar el dolor por los seres que se van...
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo
Así es. Memoria Eterna, Dimitri.
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